Laphroaig 10, la expresión bandera de la destilería obtuvo el Doble Oro en el San Francisco World Spirits Competition 2022 y la medalla de oro en la International Wine & Spirits del 2021.

Los whiskys de Islay son los más fuertes de sabor de todos los whiskies escoceses. Tienden a ser secos y son famosos por su sabor fuerte y ahumado que viene de la turba, el combustible que se utilizan para secar la cebada. Su naturaleza está muy a menudo también descrita como medicinal y salada.

40% VOL, 70cl

Un whisky sour clásico, un Penicillin con su característico sabor a jengibre y miel o la creación de tu bartender de confianza no te dejarán indiferente ante su característico sabor.

VISTA: Delicado color oro pálido

AROMA:Claro aroma a petricor y humo de turba con notas de yodo y aire marino.

GUSTO: Cuerpo medio y ligeramente oleoso que estimula el gusto a cebada malteada, vainilla y miel.

ACABADO:Fuerte, ahumado y oleoso.

• Doble Oro en el San Francisco World Spirits Competition 2022 y la medalla de oro en la International Wine & Spirits del 2021.

• Famoso por su sabor fuerte y ahumado que viene de la turba, el combustible que se utilizan para secar la cebada. Su naturaleza está muy a menudo también descrita como medicinal y salada.

• Destilado en Islay, uno de los primeros lugares de Escocia en lo que empezaron a destilar a principios del siglo XIV.

• Lleno de historia, la destilería de Laphroaig se creó en 1815 y ha producido excelente whisky desde entonces. El legado perdurable del orgullo y conocimiento innato del negocio familiar característico de Islay.

• Laphroaig 10 viene presentado en una elegante botella de cristal de 70 cl en estuche de tubo.

Islay es la isla más austral de las Hébridas Interiores escocesas y su población tiene poco más de 3.000 habitantes. Su clima es frecuentemente más agradable que en el resto de las tierras escocesas, debido a la corriente del Golfo. Muchas personas consideran a Islay como la isla escocesa más hermosa y es famosa por su whisky y la gran diversidad de aves que se pueden observar. No es de extrañar que estos sean los mayores atractivos turísticos de la isla llegando a multiplicar por diez la población en verano gracias a sus populares festivales de whisky. A los nativos de la Isla se les llama “Ìlich” y como es de entender, el 90% de la población activa trabaja en la industria del whisky o el turismo también relacionado con el precioso líquido escocés.

Durante cientos de años la isla ha sido un lugar remoto y casi inalcanzable, donde sus habitantes han podido desarrollar sus propias técnicas de destilación del whisky. Y es que ha estado siempre tan aislada que los primeros recaudadores de tasas de la casa Real Británica llegaron 150 años más tarde que en el mainland. El clima es muy importante y es que sólo hay que imaginar el insistente viento del Atlántico golpeando la bahía en la que se ubica la destilería. Brisas que influencian el terreno con humedad y salitre.
Unas condiciones climáticas adversas en invierno y agradables en verano que influencian las turberas, ventilan las salas de malteado e impregnan su esencia en la madera de las barricas. Por último, la acción humana con un largo legado artesanal y cultural, aporta el carácter usando las turbas que antiguamente se usaban para calentar las casas o el distintivo procesamiento de la cebada, siendo la variedad “lariat” una de las preferidas de la casa.